Visitar un lugar desconocido es una aventura, porque el mismo lugar cada vez es diferente, aunque siempre hay algo que permanece, que al volver a casa te llevas como esencia que guardas como representación de ese espacio y que para cada persona sería un dibujo distinto, con sus colores, sus trazos…
El arte de viajar sin invadir, adaptándonos a sus olores, sabores, costumbres, conductas o creencias cultiva nuestro espíritu.
Hay mil formas de concebir el mundo, en Kawama te proponemos vivirlos a través de su gastronomía, especias, tés, frutos, de su patrimonio cultural, en obras de arte, pagodas, puentes e incluso modernas metrópolis, en sus mantras, rezos, sus bailes, juegos y sus alegrías.
Puede ser el momento de soñar y viajar, ¿vamos?
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